El chico que parará dentro de muy poco para cantar con Selena Gómez y Miley Cyrus tiene trabajo hasta los topes al no poder atender incluso una minigira que tenía prevista.
Justin Bieber congregó a más de 5.000 personas en un estadio habilitado y que hizo temblar los cimientos a veces después de cantar su éxito, la de Baby en pleno directo.
Lo más evidente fue que llegase, cantase y se fuese, aunque se quedó firmando y conociendo a fans que no dudaro en tocar a la joven promesa del pop cuyo éxito es desatar pasiones.
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